PROMESAS DE UNA FORMALIZACIÓN MINERA

El Ejecutivo anunció con entusiasmo la quinta mesa técnica para la formalización minera, hablando de inclusión y de cifras que superan los 50 mil mineros inscritos en el Reinfo. Sin embargo, cuando se mira más allá de los discursos, la pregunta es inevitable, ¿estos avances están cambiando de verdad la vida de las miles de familias que dependen de la pequeña minería y la minería artesanal?

En Lambayeque, como en otras regiones, la realidad es que muchos mineros siguen atrapados en un limbo legal. El proceso se supone que avanza en el papel, pero en la práctica aún hay trámites interminables, requisitos que parecen diseñados para desanimar y una lentitud que deja a miles siendo tratados como delincuentes. La formalización debería ser una puerta de entrada al desarrollo, pero para demasiados sigue siendo un muro difícil de escalar.

Si de verdad se quiere dignificar esta actividad y aprovechar su potencial productivo, el Estado debe ir más allá de las mesas técnicas. Hace falta acompañamiento real, asistencia técnica y reglas claras que permitan que el pequeño minero pueda acceder a mercados, financiamiento y seguridad laboral. Mientras eso no ocurra, la formalización seguirá siendo un anuncio más, y las familias mineras continuarán esperando que las promesas se conviertan en oportunidades reales.

Share the Post: