El Presidente del Consejo de Ministros del Perú anunció que la mesa de trabajo para abordar el proceso de formalización minera durará 60 días. El anuncio se presenta como un avance, pero la historia reciente del Perú nos obliga a preguntarnos: ¿60 días para cambiarlo todo… o 60 días para que nada cambie?
Porque hay que recordar que detrás de estas decisiones, hay una mafia caviar defendiendo un modelo que criminaliza al pequeño minero y blinda a los grandes intereses económicos.
Hoy nos hablan de mesas de trabajo, mientras más de 500 mil peruanos viven entre la informalidad, la persecución y la pobreza. Prometen diálogo, mientras el REINFO se convierte en una trampa que excluye y el proceso de formalización se vuelve cada vez más imposible.
¿Esta mesa servirá para corregir los errores, frenar los abusos y abrir la puerta a una verdadera Reforma Minera? ¿O es solo otra excusa para seguir ganando tiempo mientras los corruptos de siempre reparten las reglas a su medida?
El Perú necesita respuestas, no más excusas. Necesita cambios reales, no más postergaciones. Y sobre todo, necesita una reforma que convierta al minero informal en empresario minero, sujeto de crédito, desarrollo y prosperidad.
Porque si en 60 días no se empieza a construir un nuevo modelo… será otra promesa vacía. Y el conflicto volverá.