Carreteras paralizadas no son la solución

Se ha normalizado la paralización de carreteras como medida de protesta en el Perú para cualquier reclamo que se quiera hacer. Esta semana, un grupo de pobladores de Cutervo nuevamente bloqueó la carretera Belaunde Terry, exigiendo la culminación de otros tramos de la carretera longitudinal de la sierra.

El bloqueo, en específico se dio a la altura de Puerto Chiple, utilizando camiones, llantas quemadas y con cadenas humanas, impidiendo completamente el paso. Los ronderos incluso agarraron a latigazos a todas las personas que no quisieron colaborar con esta medida, obligándolos finalmente a participar de la revuelta.

La población exige que se culminen los tramos Cochabamba–Cutervo–Puerto Chiple y Cutervo–Sócota–San Andrés–Santo Tomás–Pimpingos–Cuyca, pues serían fundamentales para el desarrollo de la economía de la región.

Lamentablemente estos actos no solo perjudican la vida de miles de personas, evitando el transportes de suministros, paralizando negocios, e incluso atentando contra la vida de miles de personas que necesitan llegar a sus hogares por miles de razones.

Estas manifestaciones han escalado violentamente al punto de llegar a agredir y latigar a cualquiera que no quiera participar. Tirar piedras y forzar a la gente a formar parte.

La reflexión que se debe hacer es de cara a las próximas elecciones, ser más conscientes de a quién se le entrega nuestro voto. Identificar, informarnos, saber quién realmente tiene los pantalones para llevar a nuestra región a los niveles de otros países. Un voto consciente, es la solución, y no el detener la única vía que trae desarrollo, salud y prosperidad para nosotros.

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